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«Casi 50 millones de personas sufren hambre en América Latina»

Nos acemos eco de una entrevista a Raúl Benítez que publica El País el 22 de marzo de2013. Raúl Benitez es un economista argentino de 52 años y es el representante regional de la FAO en la que habla sobre la realidad de Amnérica Latina

Pregunta: -¿Cómo se encuentra la agricultura y la alimentación en Latinoamérica?

Respuesta: -Latinoamérica es la región donde más se avanzó en la lucha contra el hambre. La mejora no ha sido pareja en el mundo. En África, lejos de observarse una disminución, hay un aumento del número de personas con hambre. Uno debería sentir orgullo. Latinoamérica lidera en esto de hacerse cargo del problema. Hay un compromiso político de la región en la lucha contra el hambre. Todos los países han adoptado la Iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre. La CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) aceptó el desafío del hambre cero que planteó (el secretario general de la ONU) Ban Ki-Moon en la conferencia de Río+20. No obstante, casi 50 millones de personas sufren hambre en la región. Nosotros solo aceptamos que se llegue a cero, y hay largo rato para trabajar. Tenemos situaciones disímiles: hay países con elevada situación de malnutrición, con más del 50% de la población, y otros en los que casi no existe el hambre. Como hay países que lo erradicaron, sabemos que no es una utopía. Se puede hacer, y rápido. Hay ejemplos que hay que seguir. Y éstos no son privilegio de un color político. No es que los más socialistas se ocupan más del tema y otros no. Uno encuentra casos exitosos de distinto color.

P: -¿Cómo lo lograron los países exitosos?

R: -Se ha revelado que la estrategia exitosa contra el hambre es el enfoque de doble vía. Por un lado, una vez identificados los grupos vulnerables, se los asiste directamente. No puede permitirse que los chicos se vayan a dormir con hambre o no corten el ayuno antes de ir a la escuela. Pero esta ayuda debería ser más bien coyuntural. No puede prolongarsead eternum, hay que generar condiciones para que estos sectores puedan hacerse de los recursos para comprar alimentos. Esto tiene que ver con las condiciones de empleo, con distintos instrumentos de promoción focalizados en el pequeño productor (agrícola). Hay que asistir a los grupos vulnerables ya, pero ese apoyo debería ir decreciendo y para que otros vayan creciendo.

P: -Usted habla de apoyo a la agricultura familiar. ¿Cómo ve la oposición entre ésta y la gran agricultura vinculada a los negocios y la exportación dominada por grandes grupos?

R: -Latinoamérica produce para unos cuantos millones más de los que somos. El problema no es tanto la producción de alimentos, salvo en algunos países, sino el acceso a los alimentos. Esto tiene que ver con algo particular de Latinoamérica. Así como somos la región que más avanzó, también somos la región más desigual en ingresos. Entre los peores 15 países del mundo en desigualdad, diez están en Latinoamérica y el Caribe. Este problema de distribución genera que no se pueda acceder a los alimentos. La brecha se observa en múltiples dimensiones. El sistema financiero está orientado al agribusiness(negocio de la agricultura). El agricultor familiar no puede pasar ni por la puerta del banco. El 80% de los productores es pequeño o mediano, que son los que dan el 50% del empleo en los sectores agrícola, ganadero, de silvicultura y pesca. Son una inmensa cantidad de personas y por lo general enfrentan una brecha de productividad importante, no tienen acceso a la tecnología. Es necesario que los países de la región continúen reforzando las políticas hacia estos sectores. La agricultura familiar no es la agricultura de los pobres, es distinta, es inclusiva. Entendemos que puede convivir perfectamente con el.

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